4 de marzo de 2013

Punto de Vista 2013. 14 sesiones en 4 días


A Spell to Ward Off The Darkness (2012) Ben Rivers y Ben Russell

Después de un año de paréntesis, el Festival Internacional de Cine Documental de Navarra, Punto de Vista, ha llegado a su octava edición. Lo ha hecho con una programación fílmica reforzada, que sitúa la ciudad de Pamplona en el mapa de las capitales internacionales del cine documental. El año pasado la muestra no pudo celebrarse por culpa de los desencuentros con las instituciones públicas encargadas de financiar el proyecto. Ya sea por la compleja situación económica del ámbito cultural o por la desidia de los dirigentes de estos organismos, lo cierto es que la muestra quedó suspendida, ante la incredulidad de los organizadores y la decepción de los espectadores. Un seminario y un conjunto de conciertos audiovisuales fueron la alternativa, improvisada, a la ausencia de proyecciones. Esas actividades celebradas en febrero de 2012 supusieron un estímulo para seguir adelante con un festival –ahora bianual– que, en su última edición, ha demostrado la importancia de su modelo. En 2013 Punto de Vista ha incrementado, si cabe, su relevancia. Lo ha hecho sin perder ningún rastro de credibilidad; más bien incrementando su espíritu crítico.

A lo largo de la penúltima semana de febrero se ha podido disfrutar de una programación excelente de películas documentales situadas entre el cine-ensayo autobiográfico, la compilación de investigación, el registro observacional, el retrato heterodoxo, el video de creación y, en definitiva, la experimentación de los medios audiovisuales con la realidad. Ha sido el año de dos celebradas retrospectivas dedicadas a la obra del alemán Thomas Heise y el brasileño Eduardo Coutiunho; pero también el de una selección contundente de cortometrajes y largometrajes proyectados en la sección competitiva. Las sesiones especiales y las de los diferentes trabajos relizados por algunos de los miembros del jurado, han marcado la pauta de una muestra clarividente en la que ha primado la calidad por encima de la cantidad. En términos generales cabe mencionar una serie de constantes en el grueso de la programación: la insistencia en los soportes analógicos para la filmación –caso del 16mm–, el predominio de la voice over en las reflexiones personales de los propios creadores y el juego constante entre la puesta en escena, propia de la ficción, y el registro verdadero, heredero del cine directo. Aspecto, este último, que propone de nuevo el debate sobre la especificidad del cine documental y la conveniencia de expresiones como “cine de no-ficción” o “cine de lo real”. Cine construido, al fin y al cabo; cine elaborado desde puntos de vista y puntos de escucha personales en busca de la representación de la realidad.

Lo que sigue a continuación es un conjunto de reseñas breves de cada una de las películas que pude visionar a lo largo de cuatro días de intensa actividad. Catorce sesiones formadas por decenas de películas que van de los cinco minutos de Dad’s Stick por John Smith, a los cientosiete de Museum Hours por Jem Cohen.


First Cousin Once Removed (2012) Alain Berliner

Jueves 21

First Cousin Once Removed (2012) de Alain Berliner fue una de las sesiones especiales que mayor expectación creó. El cineasta norteamericano presentó un trabajo sobre la pérdida de la memoria personificada en su primo Edwin Honig, que sufrió Alzheimer durante sus últimos años de vida. Registrando progresivamente sus reacciones a lo largo de unos meses, Berliner explica la vida de Honig destacando su trayectoria literaria, remarcando su talento poético y evidenciando su incapacidad para la paternidad. Postproducido hasta la saciedad, el nuevo largometraje de Berliner contiene un poso dramático que se despliega de modo distendido, casi lúdico, participativo –como cuando propone recordar al espectador los términos “silla, árbol, pájaro”–. El resultado es una disociación entre forma y contenido que ayuda a aligerar el tono ante un personaje desmesurado e incongruente, tan fascinante como incómodo.

Fatherland (2002) era uno de los largometrajes de la retrospectiva a Thomas Heise. Straguth (cercano a la ciudad de Zerbst) es un pueblo colindante a una pista de aterrizaje en desuso. Ahí el director rastrea calles y recintos públicos en busca de protagonistas que relaten sus vicisitudes. Media docena de rostros masculinos, marcados por situaciones personales problemáticas, describen sus vidas apesadumbradas en un entorno inhóspito que determina sus actitudes resignadas.   


The Island of St. Matthews (2013) Kevin J. Everson

Viernes 22

Museum Hours (2012) del cineasta Jem Cohen prometía mucho más. Este largometraje de ficción producido por el Kunsthistorisches Museum de Viena es una narración poco consistente sobre la vida de un vigilante de un museo y una visitante extrangera, protagonizada por Mary Margaret O’Hara. La falta de convicción en la dirección del relato, el cruce deslavazado de historias paralelas y la multiplicidad de capas pictóricas con las que se yuxtaponen, dan lugar a un filme excesivamente encorsetado, puntuado por la dialéctica entre las pinturas figurativas de Pieter Bruegel y las costumbres actuales de los ciudadanos austriacos.

Toma Dos (2012), de la joven realizadora de Santander Pilar Álvarez, es la puesta en escena de un conflicto de pareja entre un hombre y una mujer cubanos. La tensión dramática que desprende su encuentro es el punto álgido de una pieza decididamente ambigua que produce malestar al denotar tanto el incesto como la violencia de género. The Island of St. Matthews (2013) de Kevin J. Everson fue una de las películas que creó mayor controversia. Su poso meditativo provocó opiniones discrepantes. En el filme, los habitantes de Westport (Columbus) recuerdan las riadas del río Tombigbee en 1973, describiendo sus devastadoras consecuencias. Esta comunidad afroamericana queda representada por filmaciones en 16mm que capturan, pacientemente, declaraciones de algunos de ellos. Largos planos fijos del funcionamiento de las presas sugieren un tono contemplativo que alcanza su punto culminante en la reiterativa figura hierática del esquiador acuático, conviertiéndose, por derecho propio, en una de las imágenes más emblemáticas del festival.



Confederation Park (1999) Bill Brown

Bill Brown fue uno de los hallazgos de esta edición. Formaba parte del jurado; de modo que mostró una selección representativa de su obra. Se presentó humildemente ante una audiencia que disfrutó de sus ensayos experimentales filmados en formato analógico. Capturando la esencia de la soledad del viajante errante, Brown compone encuadres desde el coche, en interiores de moteles o en paisajes solitarios, filmados mediante largos intervalos de tiempo. Lo hace impregnándose de la esencia del lugar, analizando las particularidades de sitios específicos de los Estados Unidos, que le sirven como excusa para volcar sus pensamientos. El cineasta percibe esos enclaves escogidos desde una perspectiva intransferible, tan humorística como sobrecogedora, acercándose a la lucidez sin dejar de lado cierto freakismo. Hub City (1997), Roswell (1994), Confederation Park (1999) y Mountain State (2003) se enmarcan dentro de esos parámetros, al describir en primera persona unos espacios en relación a sucesos como el accidente de aviación de Buddy Holly en 1959 o la supuesta llegada de OVNIs a Nuevo México en 1947. Dos trabajos menores editados en vídeo –Chicago Corner (2009) y Document (2011)– cerraron su segunda sesión.

El proyecto Heterodocsias X Films de este año estuvo protagonizado por los realizadores nacionales Greta Alfaro, Loïs Patiño y Francina Verdés. Una navarretense, un gallego y una catalana ofrecieron una sesión ecléctica de películas diametralmente opuestas que ascendieron paulatinamente. Greta Alfaro demostró, con tres piezas dispares de videoarte escenográfico, que su hábitat natural debería ser el de las galerías de arte. El impacto visual del banquete de buitres en In Ictu Oculi (2009) –fácil de vincular con el clásico Vulture In The Studio de João Onofre– desaparece por completo en Cuarto Oscuro Europeo (2010) y A Very Crafty And Tricky Contrivance (2012); dos trabajos ampulosos de factura endeble. Loïs Patiño incluyó tres realizaciones pausadas, con el paisaje como común denominador. Bellos planos de reminiscencias románticas no amagaron montajes aleatorios faltos de entereza en su desarrollo. Montaña en sombra (2012), Ecos del bosque (2011) y Na vibración (2012) contienen imágenes grabadas a larga distancia que ensalzan el poder de la naturaleza. El preciosismo de las composiciones se desvanece en la edición de las mismas, como si a esa continuidad le faltara una estructura coherente. Francina Verdés anunció su película como “un documental sobre la Guerra Civil”. Lo cierto es que Coses rares que passaven abans (2012) es un retrato vivaz con paisaje espectral al fondo. Funciona perfectamente como una descripción evocadora del pasado, protagonizada por un agricultor de 89 años con buena memoria, el carnet de conducir vigente y residente de un pueblo de Lérida. Por momentos parece una road movie local de resonancias bélicas.


The Dubai In Me (2010) Christian Von Borries

The Dubai In Me (2010) del alemán Christian Von Borries analiza la especulación económica sucedida en Dubai, centrándose en las fisuras existentes entre lo factual y lo virtual –especialmente en espacios hiperbólicos como el conocido The World–. Reciclando imágenes promocionales de una feria inmobiliaria de 2008 o registrando planos por las calles de esta ciudad fantasmal en constante edificación, Von Borries plantea un ensayo audiovisual en el que las simulaciones diseñadas por ordenador chocan frontalmente con los planos capturados sobre el terreno. Bajo un discurso intelectual –que incluye tanto frases del pensador Jacques Ranciére, como planos secuencia del escáner de Google Maps–, el documental se asemeja a la imparcialidad metódica, inevitablemente reveladora, de los filmes de Harun Farocki.

Sábado 23

Dad’s Stick (2012) de John Smith es un video personal dividido en tres partes. Tres objetos pertenecientes al padre del videocreador son el punto de partida para establecer un diálogo familiar, que elucubra otras posibles funciones de herramientas manuales prácticamente irreconocibles. La precisión de los enunciados escritos, el carácter descriptivo de los sonidos y la clarividencia del montaje son algunos de los motivos por los que recibió el premio Jean Vigo a la Mejor Dirección. En realidad pareció un premio honorífico a una trayectoria desbordante de ingenio y meticulosidad. All’ombra della croce (2012) de Alessandro Pugno fue una de las grandes sorpresas del festival. Documentando sigilosamente la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos (San Lorenzo de El Escorial), el equipo de realización propone una mirada neutra respecto a una escolarización fuertemente religiosa que ignora los problemas de la socidad actual. En este monumento a la muerte y al terror de la Guerra Civil planea el cadaver de Francisco Franco, cuya lápida se puede apreciar en unos de los momentos más significativos de este valioso documental que focaliza en la pérdida de credibilidad de la Iglesia. 

J. P. Sniadecki era, junto a Bill Brown y Christian Von Borries, el tercer realizador miembro del jurado. En una de sus sesiones se debía proyectar The Yellow Bank (2010), pero problemas técnicos lo impidieron. Yumen (2013) sí que se pudo estrenar. Fue su primera proyección pública y generó cierto desconcierto. Observando detenidamente una serie de personajes residentes en un pueblo aislado del norte de China, Sniadecki describe unas presencias físicas que responden artísticamente ante la desolación de unos escenarios que amagan un trasfondo político-cultural particular. Por momentos la película recuerda ciertos documentales de Arte observacionales, como los dedicados a la obra pirotécnica de Roman Signer –Signers Koffer (1995)– o a las esculturas naturales de Andy Goldsworthy –Rivers And Tides (2001)–.


The Florestine Collection (2010) Paul Gailiunas y Helen Hill

The Florestine Collection (2010) de Paul Gailiunas y Helen Hill fue una de las películas más celebradas de esta edición (obtuvo una de las menciones especiales). La ternura de sus imágenes contrasta con la desgracia de su historia: la de la cineasta amateur de animación Helen Hill, asesinada en Nueva Orleans tras el desastre del Katrina. Mientras realizaba una nueva película de animación, la autora del almanaque Recipes For Disaster, perdió la vida al sufrir un atraco a mano armada. Su marido recupera las imágenes del proyecto inacabado sobre el hallazgo de innumerables vestidos cosidos a mano, y lo convierte en una conmovedora declaración de amor marcada por su voice over. The Anabasis of May and Fusako Shigenobu, Masao Adachi and 27 Years Without Images (2011) de Eric Baudelaire elabora un collage de imágenes y sonidos sobre el Ejército Rojo japonés, representado por May Shigenobu y Masao Adachi (director de películas de ficción de ideología anarquista). Los fragmentos de sus filmes son los mejores instantes de una compilación abigarrada de propaganda política izquierdista con momento hilarantes.

A Spell to Ward Off The Darkness (2012) de Ben Rivers y Ben Russell era uno de los highlights del festival. Se proyectaba por primera vez y lo hacía bajo el añadido circunstancial work in progress. El filme es una exploración dividida en tres partes sobre la vida en comunidad, el retiro contemplativo personal y el éxtasis celebratorio final. Si la segunda parte –la del ermitaño– remite a Two Years At The Sea de Rivers, la tercera –el concierto de black metal– recuerda uno de los viajes de la serie Trypps de Russell (el del público ensimismado ante un concierto de Lightning Bolt). Pero aquí todo tiene un deje impostado. Como si en el fondo los Ben hubieran hallado un cliché y se hubieran limitado a exprimirlo, evitando hallar la frescura de sus películas anteriores. La espontaneidad ficticia de los primeros minutos del filme invitan a pensar que el recorrido de cada uno de ellos aún promete experiencias reconciliadoras.

Domingo 24

Lucky (Niggers) (2006) de Thomas Heise es la descripción de un conjunto de jóvenes alemanes de poco más de veinte años, residentes en la ciudad de Berlín. Rodado entre 1999 y 2005 el filme muestra los adolescentes alcanzando su mayoría de edad. Para hacerlo acumula apuntes biográficos bajo formas dispares (fotografías, cartas, grabaciones, etc), configurando un mosaico desesperanzado de la juventud actual en la capital europea de principios del siglo XXI.   


Night Hunter (2011) Stacey Steers

Night Hunter (2011) de Stacey Steers es una minuciosa película de animación hecha de miles de ilustraciones recortadas. Esta fábula onírica de aspecto preciosista, hipnotiza mediante el rostro de la actriz de cine mudo Lilian Gish. Los sonidos sinuosos de Larry Polansky amplifican su impresión perceptiva. Tributes-Pulse (2011) de Bill Morrison formaba parte de una de las sesiones de la sección La Región Central, junto con la anterior. Aquí el director de Decasia acumula metraje deteriorado de texturas humedecidas, incandescentes, para estructurar un filme en cuatro partes que homenajea a cuatro compositores distintos. La música del percusionsita danés Simon Christensen lastima, desde el primer minuto, el visionado del filme. Su música concreta disonante hecha de intrumentos clásicos, perturba de tal modo que oprime las imágenes hasta reducirlas a lo anecdótico. Sin sonido, ni efectos digitales de postprodución, el filme hubiera ganado en sutileza.

Dime quién era Sanchicorrota (2013) de Jorge Tur fue la película que cerró el festival. Lo hizo ante una sala repleta de público autóctono, completamente entregado. El proyecto ganador de Heterodocsias – X Films 2012 es un intenso documental sobre el mito del bandolero Sanchicorrota, realizado en el desierto de las Bardenas. Entrevistando ganaderos, paseantes y demás personajes que deambulan por este paisaje árido, el realizador traza un cuadro inaudito donde la leyenda se confunde con la historia. La búsqueda de los rastros del forajido que “robaba a los ricos para dárselo a los pobres”, acaba con el hallazgo de un pasado lúgubre, mucho más reciente, encarnado por cráneos sin identificar. Tanto el tono performático como el juego metalinguístico en el que incide, añaden credenciales a un trabajo de solidez contrastada.

Entre las sesiones de realizadores nacionales a las que no pude acudir cabe destacar El Jurado de Virginia García del Pino, Uzbek Cotton de Lluís Escartín, Valparaíso 2011. Observaciones de un turista de Rubén García López, El modelo de Germán Scelso, Invisible de Víctor Iriarte y La Casa Emak Bakia de Oscar Alegría. De los filmes internacionales hubiera deseado presenciar las proyecciones de Reconversao de Thom Andersen, Gui-Aiueo:s de Go Shibata y Age Is… de Stephen Dwoskin. La estancia no dio para más. Aunque el programa fílmico de Punto de Vista tenga algo de inabarcable, por suerte, su criterio artístico resulta elogioso en todas sus secciones. Y es que estamos ante un festival excelente que –hay que recordarlo– es un formidable punto de encuentro.


Dime quién era Sanchicorrota (2013) Jorge Tur

2 comentarios:

  1. Anónimo3:37 p. m.

    Guao.... más que un repaso por Punto de Vita, parece una excelente exhibición de tiro al plato, un disparo, un objetivo, una película desvelada de sueños metafísicos... Obrigado !!!

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  2. Muchas gracias por los comentarios! Me ha gustado lo de "tiro al plato". Hay algo de intuición en ello. Saludos!

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